domingo, 30 de noviembre de 2014

DESÓRDENES ALIMENTICIOS


En los niños(as) y especialmente en los adolescentes este tipo de desórdenes es muy común debido a que sienten cierta preocupación por su aspecto físico, generalmente en la etapa de la pubertad donde su cuerpo se ve afectado por muchos cambios.

Los Desórdenes alimenticios tienen mucho que ver que ver con la conducta que un adolescente tenga para comer aunque este forma parte de  un acto biológico ya que para todos es un habito cotidiano e imprescindible, las personas que se ven afectadas con este tipo de trastornos no lo ven así y llegan a  creer que el comer es algo prohibido así que cuando lo hacen buscan la manera de que este acto no afecte en nada su aspecto físico, desde aquí comienza el primer error ya que al tratar de evitar un proceso que para todo ser humano forma parte de la genética natural el cuerpo sufre cambios que alteran la estabilidad física y emocional de la persona con este tipo de trastornos.




En la mayoría de casos los desórdenes alimenticios incluyen la presencia de pensamientos que afectan el autoestima de sí mismos como por ejemplo la autocrítica además de sentimientos de negativismo hacia su propio cuerpo. Esto causa que los mismos pensamientos causen nuevos hábitos alimenticios en su mayoría son hábitos en los cuales se reducen todos las vitaminas y proteínas que el cuerpo necesita pero que para ellos reducen el peligro de alterar sus cuerpo por el exceso de peso.

Cambian sus hábitos alimenticios



Reducen las proporciones de vitaminas y proteínas


A pesar de que los desórdenes alimenticios son más frecuentes en las chicas, los chicos también pueden verse afectados. En países como los Estados .Unidos., son tan frecuentes que por lo menos 1 o 2 de cada 100 niños sufren trastornos de este tipo, que generalmente pueden ser la anorexia o la bulimia. Tristemente, muchos niños y adolescentes llegan a  ocultar desórdenes alimenticios a sus familias durante meses o incluso años y al darse cuenta sus padres las consecuencias pueden ser irreversibles.


Desafortunadamente una gran proporción de niños y adolescentes que va en aumento, esta preocupación puede llegar a convertirse en una obsesión que, a su vez, puede derivar en un desorden alimenticio. Los trastornos del apetito, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, provocan cambios  muy exagerados en el peso de los afectados, estos interfieren en la vida diaria y repercuten  negativa y permanentemente sobre su salud.






3 comentarios: