En los niños(as) y
especialmente en los adolescentes este tipo de desórdenes es muy común debido a
que sienten cierta preocupación por su aspecto físico, generalmente en la etapa
de la pubertad donde su cuerpo se ve afectado por muchos cambios.
Los Desórdenes alimenticios
tienen mucho que ver que ver con la conducta que un adolescente tenga para
comer aunque este forma parte de un acto
biológico ya que para todos es un habito cotidiano e imprescindible, las
personas que se ven afectadas con este tipo de trastornos no lo ven así y
llegan a creer que el comer es algo
prohibido así que cuando lo hacen buscan la manera de que este acto no afecte
en nada su aspecto físico, desde aquí comienza el primer error ya que al tratar
de evitar un proceso que para todo ser humano forma parte de la genética
natural el cuerpo sufre cambios que alteran la estabilidad física y emocional
de la persona con este tipo de trastornos.
En la mayoría de casos los
desórdenes alimenticios incluyen la presencia de pensamientos que afectan el
autoestima de sí mismos como por ejemplo la autocrítica además de sentimientos
de negativismo hacia su propio cuerpo. Esto causa que los mismos pensamientos
causen nuevos hábitos alimenticios en su mayoría son hábitos en los cuales se
reducen todos las vitaminas y proteínas que el cuerpo necesita pero que para
ellos reducen el peligro de alterar sus cuerpo por el exceso de peso.
Cambian sus hábitos alimenticios
Reducen las proporciones de vitaminas y proteínas
A pesar de que los desórdenes alimenticios son
más frecuentes en las chicas, los chicos también pueden verse afectados. En
países como los Estados .Unidos., son tan frecuentes que por lo menos 1 o 2 de
cada 100 niños sufren trastornos de este tipo, que generalmente pueden ser la
anorexia o la bulimia. Tristemente, muchos niños y adolescentes llegan a ocultar desórdenes alimenticios a sus
familias durante meses o incluso años y al darse cuenta sus padres las
consecuencias pueden ser irreversibles.
Desafortunadamente una gran proporción de niños
y adolescentes que va en aumento, esta preocupación puede llegar a convertirse
en una obsesión que, a su vez, puede derivar en un desorden alimenticio. Los
trastornos del apetito, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa,
provocan cambios muy exagerados en el
peso de los afectados, estos interfieren en la vida diaria y repercuten negativa y permanentemente sobre su salud.
la informacion es muy buena y me fue muy util ..... saludos!!
ResponderBorrarBuena informacion!
ResponderBorrargracias liss <2.99
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